jueves, 7 de abril de 2011

DE LAS MARAVILLOSAS ANECDOTAS DE EUGENIO SALVADOR DALI

“De ninguna manera iré a México.

 "No soportaría estar en un país más surrealista que mis pinturas."

 

Solo unas pincelada de una mente desbordada:


·         En su etapa de estudiante se dice que cuando en un examen le pidieron que hablara sobre el pintor italiano Rafael, Dalí respondió al tribunal: "Me es imposible hablar de ese sujeto delante de los tres profesores, porque yo sé mucho más sobre Rafael que todos ustedes reunidos”.

·        En 1929 Dalí conoció a Gala, hija de un abogado ruso y compañera del poeta surrealista Paul Eluard. La vio por primera vez en la terraza del hotel Miramar, en Cadaqués, junto a su marido. Quedaron en encontrarse a la mañana siguiente, en la playa. Dalí decidió prepararse para el encuentro de una manera totalmente simbólica. Se arremangó la ropa para hacer resaltar el bronceado. Se puso al cuello un collar de perlas y en la oreja un geranio rojo. Se hirió al afeitarse la axila y se embadurnó el cuerpo con su propia sangre, a la que agregó una mixtura de cola de pescado, estiércol de cabra y aceite. Tras este verdadero ejemplo de surrealismo, Gala simplemente señaló: “Pero que hombre tan raro”.

·       Además de su obra, Dalí también se caracterizó por tener una personalidad excéntrica, única, muchas veces incluso hasta incomprendida. Sus bigotes largos, puntiagudos que apuntaban hacia el cielo eran frecuentemente embadurnados con un poco de mermelada de dátil para atraer a las moscas, las que él consideraba limpias y divertidas, esto lo hacía solo cuando se disponía a pintar, y sobre todo en sus inicios.

 

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